El primer ciudadano de la Isla del que tenemos constancia fue Cayo Julio
Draco, ciudadano romano e industrial, artífice de las ánforas usadas en
las conservas y cuyo sello se ha encontrado tanto en su horno como en
la antigua Britania, de ahí la exposición de sus obras en el museo
británico.
La Isla era llamada por entonces por los romanos como la Eryteia-Cymbis,
y ésta formaba fuertes lazos relacionados con la Gades romana. Gads y
Eryteia-Cymbis traicionaron la lealtad que antaño juraron a los
Cartagineses y se hicieron pro-romanos en la segunda guerra púnica. Este
dato escoció especialmente en Túnez, la patria de Anibal Barca, y
mandaron tropas para intentar castigar a la población gaditana con
pequeños contingentes que nada tuvieron que hacer contra la población
autóctona prorromana. Así pues, Cartago puso su ojo en la actual
Cartagena, la tomaron para ellos y la llamaron Cartago Nova .